El capital humano en la economía digital

Opinión y estudios 05/02/2021

El último número de Papeles de Economía Española está dedicado al capital humano en la economía digital. El capital humano y el progreso tecnológico son dos factores fundamentales e interrelacionados que se encuentran en la base del desarrollo económico, como recuerdan recientemente dos de los Premios Nobel de Economía en 2019 Abhijit Banerjee y Esther Duflo en "Buena economía para tiempos difíciles" (2020): "Las empresas de Silicon Valley son muy similares a las empresas del mundo de Solow, con una importante salvedad: utilizan menos lo que normalmente consideramos capital (máquinas, edificios) y más lo que los economistas llaman capital humano, en esencia habilidades especializadas de distintas clases. Muchas empresas de Silicon Valley invierten en personas inteligentes con la esperanza de que den con alguna idea brillante y vendible, y en ocasiones eso sucede de verdad".

Funcas, centro de análisis dedicado a la investigación económica y social y a su divulgación, promoviendo la interacción entre la esfera académica y la economía real, dedica su último número de Papeles de Economía Española al capital humano en la economía digital.

La pandemia generada por la Covid-19 está suponiendo una aceleración del proceso de digitalización de las economías de los países desarrollados. Uno de los muchos efectos indirectos de la crisis sanitaria va a ser la intensificación de la robotización, la inteligencia artificial o el big data. Son procesos que ya estaban presentes, pero que se han reforzado en los últimos meses con implicaciones importantes tanto en la educación como en el empleo. La formación en línea y el teletrabajo se han convertido en la mejor alternativa disponible para mantener en funcionamiento muchas actividades, entre ellas las de la provisión de la educación.

La mayor digitalización profundizará los cambios en la demanda de habilidades y competencias por parte del mercado de trabajo. Los empleos que se basan en tareas rutinarias que pueden ser automatizadas irán desapareciendo o se irán transformando. De hecho, el 21,7% de los empleos en España está en riesgo de desaparición por la robotización y un adicional 30,2% de los trabajos experimentará cambios sustanciales en las tareas a realizar (OCDE, Employment Outlook 2019). Es decir, un total del 51,9% de los empleos en nuestro país se verá significativamente afectado por la robotización, un impacto algo más elevado que el promedio de la OCDE (45,6%) y que recaerá en mayor medida en las personas con bajo nivel educativo. Pero también se crearán nuevos empleos que producirán bienes y servicios derivados de las nuevas tecnologías y que dependerán de la iniciativa emprendedora de las sociedades y de la oferta adecuada de recursos humanos que generen los sistemas educativos.

Si en las anteriores revoluciones industriales las máquinas sustituían brazos, ahora las máquinas empiezan a sustituir cerebros. La cuarta revolución industrial caracterizada por la plena conectividad, el acceso instantáneo a enormes cantidades de información, el internet de las cosas, la robótica, la biónica o la inteligencia artificial generará muchos empleos. Para aprovechar estas oportunidades se requiere formar a los jóvenes en competencias transversales que no son fácilmente automatizables como la capacidad de análisis, resolución de problemas, creatividad, pensamiento crítico, trabajo en equipo, liderazgo o interrelaciones sociales. También es importante enseñar a los estudiantes habilidades no cognitivas como la perseverancia, determinación, capacidad de adaptarse a los cambios o el autocontrol en un mundo cada vez más globalizado y dinámico.

El ciudadano del siglo XXI se enfrenta a un entorno crecientemente complejo y desafiante en el que resulta indiscutible la necesidad de una formación que sea capaz de desarrollar tareas no rutinarias y aportar valor añadido a los procesos de automatización.

Papeles de Economía Española num.166