Una industria de defensa sólida, competitiva y a la vanguardia tecnológica, constituye una capacidad esencial para nuestro país, tanto en lo que respecta a nuestras “capacidades militares”, como a la libertad de acción del Gobierno de España para su empleo en la defensa de nuestros intereses de seguridad y defensa.

El total de la actividad económica ligada a las empresas del sector de Defensa contribuye de manera directa e indirecta en 9.513 millones de euros, lo que significa un impacto equivalente al 0,8% del PIB nacional. Cifras que ejemplifican claramente el papel de un sector cada vez más estratégico en la economía y la sociedad española.

En lo que respecta al empleo, el sector de Defensa ocupa de forma directa a más de 25.300 personas y la actividad indirecta e inducida mantiene más de 81.200 empleos de calidad en la economía.

Además, un factor diferencial de la industria de defensa es el que alude a su innata y permanente apuesta por la innovación como razón de ser, destinando el 10,7% de su facturación a la I+D+i. Esto no hace más que enfatizar el compromiso de esta industria con la investigación y el desarrollo, aspectos primordiales para el progreso de nuestro país y la generación de oportunidades para sus ciudadanos.

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