España frente al reto industrial

Opinión y estudios 03/06/2021

Información Comercial Española ofrece ocho artículos de máximo interés y actualidad en su último número 919 (marzo-abril 2021) para ahondar en las características de la industria española, sus fortalezas y debilidades y para definir varios de los contenidos de la política industrial española con la que abordar nuestro reto industrial.

La pandemia ha infligido un daño considerable a la industria española, superior al que podía esperarse de su reducida exposición directa a las medidas de confinamiento. Ello se ha debido al gran impacto indirecto que las actividades industriales han recibido de la disminución de las compras de las empresas productoras de servicios y de las familias, de la caída de las exportaciones, a las que destinan algo más del 40 % de su producción, y del colapso de la inversión en vivienda y en bienes de equipo. El Valor Añadido Bruto industrial se redujo en un 9,6 % en 2020 (un 10,7 % el manufacturero), alejándose, no solo del nivel de 2019, sino también del alcanzado en 2008, que aún no se había recuperado, como consecuencia de una crisis financiera que acabó afectando muy negativamente a la industria.

En el comienzo del año 2021, la actividad industrial se ha visto aún más claramente ralentizada, al menos durante el mes de enero y parte de febrero, debido a un tercer brote de la pandemia, de mayor intensidad que el anterior. Así lo indica el Índice de Producción Industrial de enero, con apreciables desaceleraciones en la fabricación de bienes de consumo y de bienes de equipo. Las exportaciones también experimentaron durante ese mismo mes una notable reducción, del 12,7 % en volumen y tasa anual, sobre todo como consecuencia de los efectos del Brexit y de la adopción de nuevas medidas antiCovid en algunas economías europeas. Sin embargo, desde mediados del mes de febrero, se habría experimentado una cierta recuperación, según se desprende del Purchasing Managers ́ Index manufacturero de ese mes.

La reindustrialización de la economía española, una tarea ya pendiente antes de la pandemia, es pues hoy una tarea urgente, y también de gran complejidad, porque ha de combinarse con dos profundas transiciones, la ecológica y la digital, y desenvolverse en un marco de acrecentada competencia internacional. Por ello, reclama una política industrial ambiciosa, alineada con la que desde hace algunos años se está definiendo desde las diversas instituciones de la Unión Europea bajo el impulso de Alemania y Francia.

El Fondo de Recuperación Europeo debe facilitar la implantación de esta política industrial. Con este fin, en sus componentes de política industrial, se está trabajando de forma intensa para lograr una profunda transformación de la cadena de valor de los sectores estratégicos a partir de la tracción que ejercen las grandes empresas, apoyadas en los centros de generación de conocimiento, sobre las correspondientes cadenas constituidas fundamentalmente por pymes.

Los principales objetivos de gasto son las transiciones ecológica y digital, pero no se excluyen otros necesarios ámbitos de actuación. Se busca, a través de la digitalización, impulsar la productividad y la competitividad, en paralelo con el compromiso de lucha contra el cambio climático a través de la eficiencia energética y la descarbonización de los procesos industriales. Esta ambiciosa política industrial exige dotar de más y mejores instrumentos de intervención y gestión a todas las Administraciones Públicas.

Para ahondar en las características de la industria española, sus fortalezas y debilidades, y para definir varios de los contenidos de la política con la que enfrentar el reto industrial, este monográfico de Información Comercial Española incluye ocho artículos de máxima actualidad e interés. 

ICE 919 (marzo-abril 2021)