El estudio se ha elaborado a partir de encuestas a más de 200 empresas del sector de la alimentación con el objetivo de conocer cuál es su grado de transformación digital y qué retos afrontan.

Como resultado de la encuesta se desprende que la industria alimentaria vasca está muy segmentada. La mayoría son empresas de menos de 25 empleados, lo que ha dificultado la implementación de nuevas tecnologías. Aunque se observa que algunas, sobre todo las más grandes, ya han comenzado su camino hacia la industria inteligente, los resultados del diagnóstico sugieren que el nivel de madurez digital de la industria alimentaria de Euskadi es de “principiante”.

Las causas son varias:

• Falta de formación y conocimiento de las tecnologías.
• Dificultad específica de este sector a la hora de adaptarlas y adoptarlas debido a la casuística de la industria alimentaria: materias primas y productos perecederos sujetos a constante evolución.
• Percepción por parte de la industria de falta de financiación para la inversión.
• Percepción de necesidad de grandes inversiones.
• Falta de conocimiento en cuanto a lo que implica la transformación digital.

Sin embargo, es importante que las empresas comprendan que el objetivo no es lograr el nivel de madurez más alto cuanto antes y en todos los ámbitos de la transformación digital. En función de la realidad de cada una será necesario priorizar los diferentes aspectos de manera paulatina. Tratar de transformar a la vez y sin una planificación adecuada todas las operaciones puede ser contraproducente. Para ello es importante que cada empresa realice un diagnóstico de su situación de partida y establezca un plan de acción en base a sus objetivos.

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