Las empresas del sector industrial se han adentrado en un proceso de transformación hacia la Industria 4.0. Este proceso se lleva acometiendo desde hace unos años, sin embargo, en la actualidad se ha extendido la visión de que no subirse a este tren de cambio puede suponer la puesta en riesgo de la supervivencia de las empresas del sector.

Al enfrentarse a esta transformación habitualmente las empresas parten de la siguiente pregunta, ¿cuál es la mejor opción para mi empresa entre las numerosas opciones que me ofrecen las tecnologías habilitadoras? Por supuesto, la respuesta a esta pregunta es muy importante en el objetivo de lograr el éxito del proceso de transformación, pero para las empresas especializadas en llevar a cabo este tipo de transformaciones no es la pregunta que marca el inicio de este tipo de proyectos. Antes de pensar que opción elegir entre las tecnologías disponibles en el mercado, el proceso se inicia realizando un ejercicio de análisis de los procesos internos en búsqueda de ineficiencias y puntos clave de mejora.

Este análisis de la cadena productiva y la metodología de trabajo se puede realizar desde una perspectiva lean manufacturing, que permite al mismo tiempo la búsqueda de la optimización y simplificación de sus procesos. Estos dos puntos tienen una importancia crítica a la hora de acometer la digitalización de cualquier empresa industrial.

La metodología lean manufacturing no es una desconocida dentro del sector industrial, las herramientas y principios de esta metodología se han utilizado desde hace décadas en la mejora de la productividad y la simplificación de las operaciones en las cadenas de producción en el camino hacia la excelencia operativa. Algunos de los pilares de esta metodología son la estandarización de los procesos, el impulso de una cultura de mejora continua y la capacitación de los trabajadores.

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