La economía digital ha tenido un impacto profundo en el panorama empresarial global. Nuevos fenómenos como las plataformas en línea, las redes sociales, la tecnología de contabilidad digital, los grandes datos y los proveedores de servicios en línea afectan los modelos comerciales y nuestra comprensión de lo que es un “negocio”. La digitalización también tiene un impacto significativo en el lugar de trabajo y puede afectar la producción y la distribución, tanto positiva como negativamente. Ha impulsado la innovación en todos los sectores, pero también ha contribuido a la transformación y disrupción de las industrias tradicionales, por lo que es imperativo que los operadores tradicionales adquieran nuevas competencias digitales rápidamente.

Las implicaciones de la digitalización para la conducta empresarial responsable son múltiples. Las nuevas herramientas digitales pueden acelerar el desarrollo y permitir que las empresas fortalezcan sus esfuerzos para actuar de manera responsable, en particular en lo que se refiere a la gestión responsable de la cadena de suministro.

Al mismo tiempo, la transformación digital también puede llevar a que las empresas causen o contribuyan a los derechos humanos y otros daños sociales y ambientales de nuevas formas (por ejemplo, riesgo de sesgo y discriminación en el uso de inteligencia artificial, y riesgos de derechos humanos asociados con la tecnología de vigilancia y el uso indebido de plataformas de contenido en línea).

En este contexto, los gobiernos se enfrentan a nuevas oportunidades y desafíos mientras promueven una conducta empresarial responsable.

Información completa en la web de la OCDE.